La lingüista de la Facultad de Humanidades y miembro de la Academia Peruana de la Lengua sostiene que la lengua materna aporta identidad y es un instrumento valioso para la comprensión del mundo.
Por Betsy Salazar Guerrero. 21 febrero, 2022.El 21 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna. Lo estableció la Unesco con el propósito de preservar y proteger todos los idiomas y dialectos que se habla en el mundo. En el marco de esta efeméride, la doctora Eliana Gonzales, profesora de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Piura, explica la importancia de la lengua materna en el desarrollo cultural y lingüístico de las comunidades, así como en la educación.
¿Cuál es la importancia de la lengua materna?
Esta es la primera lengua que uno aprende y es sumamente importante, porque no solo va formando en el hablante una conciencia lingüística con la que va aprendiendo los sonidos, los mecanismos de formación de las palabras, el orden de colocación de estas, la manera cómo se relacionan unas palabras con otras, entre otros; sino que va estableciendo un vínculo de identidad entre él y el resto de los hablantes de la comunidad; es decir, se siente parte de un grupo.
¿Qué aporta la lengua materna al desarrollo cultural y lingüístico de una comunidad?
La lengua aporta identidad, que no es poco, pues la lengua no es solo un medio de comunicación, sino que es el más valioso de los instrumentos que el hombre posee para conocer el mundo y para comprenderlo. Por medio de la lengua, el hablante aprende a definirse como persona; luego, entiende qué significa vivir entre personas y, una vez que lo hace será capaz de manifestarse libremente; pero, sobre todo, podrá sentirse orgulloso de su tradición cultural y lingüística.
¿La diversidad lingüística aporta o perjudica nuestra identidad?
No hay que tener miedo a la diversidad lingüística ya que todo depende de cómo se enfoque. Moreno Cabrera, el lingüista madrileño, en un extraordinario ensayo, nos dice que más que ver “la pluralidad de lenguas como un estorbo” hay que verla como una ventaja.
Él menciona los dos pasajes de diversidad lingüística que aparecen en la Biblia: la torre de Babel y el milagro de Pentecostés, o lo que podría entenderse como confusión (Babel) y como comunicación (Pentecostés). En Babel nadie se entendió, no hubo ni siquiera el propósito de conseguirlo. En cambio, en Pentecostés esa diversidad se aprovechó para llegar a más personas. Por ello, no dejemos que nuestras lenguas habladas en el Perú desaparezcan porque al hacerlo desaparece también parte de nuestra historia e identidad.
¿Cómo se puede fomentar la importancia de la lengua materna en la educación y en las sociedades?
Primero, se debe crear conciencia de que el Perú es un país multilingüe y que no hay lenguas buenas ni malas, ni mejores ni peores; todas son válidas siempre y cuando sirvan para la comunicación. El crear conciencia no solo es responsabilidad del Gobierno o de algún ministerio en particular, sino que este trabajo debe ser responsabilidad de todos aquellos que de alguna manera tienen una participación dentro de la comunidad: gobiernos regionales, locales, colegios, universidades, empresas, etc.
Ya es hora de dejar atrás la indiferencia para pasar a la reivindicación, pero con cuidado porque una lengua no se impone ni por decretos ni por leyes.
Hay un arduo trabajo de alfabetización, principalmente. Luego, se tendrá que diseñar un plan estratégico de revitalización y conservación de las distintas lenguas de nuestro país teniendo en cuenta las peculiaridades culturales de cada comunidad.
Desde la universidad, ¿cómo se puede potenciar el valor de la lengua materna?
Es sumamente importante potenciar el valor de la lengua materna mediante actividades académicas (congresos, seminarios, encuentros, etc.) y culturales (festivales, ferias, exposiciones, etc.); y, sobre todo, en el caso del español, que es lengua de la inmensa mayoría de la comunidad universitaria, hay que procurar utilizarla en lugar de los extranjerismos que están apareciendo, cada vez con mayor frecuencia.
Se debe erradicar la idea de que al utilizar los extranjerismos se tiene un mayor nivel cultural.